terça-feira, 26 de outubro de 2010

La Paja del Trigo por Mario Beer-Sheva





En mis años de viajar y recuerdos a juntar, hoy quiero hablar de algunos, porque tengo miedo de olvidar. Se acumula en el cerebro, sueños y realidades, de tal forma que confundo uno de otros.
Los años al pasar hace difícil diferenciar lo que fue o lo que hubiera sido. Los años traen experiencias y también olvidos. Los años es tiempo y el tiempo no dura para siempre, porque es el compañero de la vida hasta el morir.
Y es por eso que se hace necesario ir contando, antes de olvidar, aunque quede la duda si el contar es realidad o un sueño nada más.
Ya sabemos que el sueño es un deseo no cumplido, pero si deseado. Y desear y anhelar, es una fuerza interior que nos mantiene viva la ilusión, de hacerlo realidad.
Soy un viejo joven poeta. Viejo por la edad y joven porque hace poco comencé a volcar en el papel los recuerdos de mis viajes, mis triunfos,mis derrotas, mis amores. Al faltar, mis escritos quedarán y quizás algún curioso lo leerá, pero nunca podrá diferenciar la ficción de la realidad. Hoy, ni yo mismo puedo hacerlo ya. ¿Acaso es importante escuchar una historia y saber con seguridad, si es ficción o realidad?
En el colegio estudiamos historia, según el historiador. ¿Acaso tiene testigos?
¡¡¡Claro que no!!! Es por eso que te digo: *Querido lector, si algún día lees mis escritos, te desafío, si puedes separar la verdad de la ficción, como la paja del trigo.*




Mario Beer-Sheva


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