sábado, 30 de outubro de 2010

Quiero por Mario Beer-Sheva

 



Quiero, por fin quiero, tener la valentía de enviarte este escrito y decirte que será, el último, que de mí recibirás.
Quiero y muy contento estoy por ello, de asegurarte que lo nuestro terminó, si es que existió.
Quiero, con toda mi voz, contarle al mundo que te quise, pero eso ya pasó. Que hoy puedo escribirte, sin temor y sin dolor, que mis noches y mis sueños son normales.
Quiero, decirte, que tú fuiste como una estrella fugaz, que es hermosa pero no deja ningún rastro para apreciar su belleza.
Quiero compararte con una tormenta de verano, que con truenos y relámpagos, cuando el cielo se calma, sale, nuevamente el sol y la tierra aprovecha la humedad, como fue nuestro amor. Una tormenta de verano, que sólo experiencia nos dejó.
Quiero que comprendas, que amores, como los nuestros, no son amores, son heridas sobre heridas, que nunca dejan de cicatrizar, Y puede ser que encontremos, en vidas separadas, nuestras felicidades.
Quiero que no tengas dudas, yo te amé, con ternura, con respeto y con la pasión que los años me permitan ¡Pero tú nunca lo entendiste! Cuando la pasión, con los años, se fueron, tú te fuiste con ellos.
Quiero, por fin quiero, darte un buen consejo, de alguien que tanto te amó. El amor es entrega, sin años y distancia. La pasión necesita años y distancia, para no apagarse y transformarse en cenizas, como el tronco en el viejo hogar.
¡No confíes en la pasión y en las estrellas fugaces!
¡Confía en las estrellas, que están en el firmamento, decorando el mismo cielo!
¿No te parece mejor?




Mario Beer-Sheva



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